Disfrutar de una barbacoa con los amigos o con la familia es uno de los mayores placeres que tenemos al alcance. En cuanto llega el buen tiempo el jardín parece llamarnos y una merienda a la brasa siempre sabe mejor. Pero para poder disfrutar de una buena parrillada hay que comenzar por tener el mejor combustible para la barbacoa. Existen muchas formas de conseguir unas buenas brasas pero sin duda la más sencilla de conseguir, la más rápida para cocinar y la que más dura es el carbón vegetal.
El carbón vegetal es madera carbonizada, prácticamente quemada, y que se prepara para conseguir rápidamente el resultado óptimo para cocinar. Existen diferentes tipos de carbón vegetal en función de la madera que se ha utilizado para su obtención. Hay carbón de encina, de naranjo, de quebracho e incluso de coco. Cada uno desarrolla un poder calorífico diferente y es más adecuado para algunos platos.
El mejor carbón para barbacoas es el que se consigue quemando madera de encina a unos 500 grados centígrados en ausencia de aire. De esa forma se elimina casi toda la humedad de la madera y se incrementa el poder calorífico del carbón, prácticamente duplicando el de la madera inicial. No todos los carbones son iguales. Para obtener el mejor carbón para barbacoas es necesario realizar un proceso que dura veinte días y que se realiza en hornos tradicionales de tierra (si tienes unos 40 años recordarás una famosa película llamada Tasio, en la que se cuenta la historia de un niño que crece ayudando a su padre a producir carbón vegetal en hornos tradicionales).
El carbón vegetal que se vende en gasolineras y supermercados es peor porque se obtiene de maderas blandas, con menos poder calorífico, y se fabrica en hornos de chapa por lo que su capacidad de aguantar en la barbacoa disminuye y es necesario consumir más carbón para cocinar la misma cantidad de comida. Si vas a hacer una pequeña barbacoa puede que eso te dé un poco lo mismo, pero si eres muy aficionado enseguida notarás la diferencia.
Cómo encender el carbón
Encender el carbón es un proceso sencillo pero muy importante para el resultado final de la barbacoa. No debemos usar nunca productos como pastillas o líquidos inflamables que van a aportar al carbón y a la barbacoa un fuerte olor a queroseno. Siempre debemos encender el carbón con sistemas como los portabrasas o los encendedores eléctricos que no producen humo y encenderán la barbacoa de forma rápida y cómoda. El uso de piñas o pequeñas astillas de madera es también adecuado pero más lento que con los encendedores eléctricos.
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